En un mundo donde el anime se ha convertido en una cultura dominante, me encontré como un treintañero que no había tocado una serie animada japonesa desde los días de Pokémon y Digimon en mi niñez. Pero eso cambió cuando, por mera casualidad, me topé con "Demon Slayer" (Kimetsu no Yaiba).
El Encuentro Inesperado:
Descubrí "Demon Slayer" de manera casual. Mi primera impresión fue la estética visual impresionante y una trama intrigante.
El Impacto de la Animación Moderna:
Noté diferencias notables en la calidad y estilo de animación comparado con los animes de mi infancia, resaltando la influencia de la tecnología en la animación actual.
La Trama y los Personajes:
La historia aborda temas como la valentía, la familia y el sacrificio, con un desarrollo de personajes que resuena con el público adulto.
El Fenómeno Cultural:
"Demon Slayer" refleja cambios en la cultura del anime desde los años 90, destacando su popularidad y el impacto cultural en la actualidad.
Reflexiones Personales:
Redescubrí el anime como adulto a través de "Demon Slayer", lo que cambió mi percepción del anime.
Mi viaje con "Demon Slayer" fue más que entretenimiento; fue un puente entre mi yo infantil y el adulto que soy ahora, redescubriendo un mundo que había dejado atrás. Este anime es una obra maestra visual y narrativa, y un testimonio de cómo ciertas historias pueden trascender las barreras de la edad y el tiempo.